- Conclusiones de la Mesa de Democracia.
No puede haber una verdadera democracia sin una verdadera participación de la sociedad civil. En similar sentido no puede existir una OEA fuerte y capaz de cumplir sus objetivos sin mecanismos efectivos de participación de la sociedad civil. Nos preocupa que la OEA desnaturalice los principios fundamentales por los que fue creada. En las últimas décadas la democracia en la región ha venido sufriendo un progresivo debilitamiento que se ha traducido en mayores niveles de inequidad, polarización, violencia, corrupción, impunidad, inseguridad ciudadana y exclusión social. El estado de derecho se está viendo afectado por una falta de independencia de poderes, prácticas represivas en contra de las voces disidentes, vulneración de las garantías constitucionales, arbitrariedad en las decisiones, entre otros. Por lo anterior es necesario plantearnos el fortalecimiento de democracias lo que implica combatir firmemente la pobreza estructural, el respecto y la garantía de los derechos humanos de todas las personas, en particular de las personas históricamente más excluidas. A la par el Sistema Interamericano de Derechos Humanos también ha sufrido fuertes reveses, situación preocupante para la sociedad civil ya que el Sistema es el instrumento regional para la defensa de los derechos fundamentales y de la democracia en la región.
- Por tales situaciones, la sociedad civil hacemos las siguientes recomendaciones:
En materia de participación de la sociedad civil, se solicita la creación de un foro permanente de diálogo de la sociedad civil con el consejo permanente y que se incluya un mecanismo de seguimiento a las recomendaciones de la sociedad civil. Además flexibilizar los requisitos para registro de las organizaciones de la sociedad civil de manera que no dependa arbitrariamente de la voluntad de los estados.
Fortalecer las misiones de observación electoral de manera que estas misiones analicen con mayor rigurosidad los principios de transparencia del proceso, la libertad de expresión, el respeto a la voluntad popular de manera que se consoliden verdaderas democracias en el continente.
La Creación de la Relatoría para la Democracia, basada en la necesidad de que exista un mecanismo de alerta temprana para prevenir amenazas a la gobernabilidad en observancia del cumplimiento de la carta democrática. La creación de un mecanismo que permite que la sociedad civil pueda activar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana y la integridad electoral.
Mejorar los mecanismos de nominación y elección de los integrantes de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Para lo cual los Estados deben aplicar los criterios de representatividad, idoneidad, independencia de agendas políticas y paridad de género. Así mismo asignar a estos órganos mayores recursos económicos.
Invitamos a la OEA a ser más proactiva frente a los Estados para que estos ratifiquen y en su caso cumplan con los tratados internacionales del sistema interamericano.
Superar la pobreza, mejorar la accesibilidad y calidad de la educación y la salud como elementos fundamentales para fortalecer las democracias en el continente.
